Nathan Lustig es un inversionista emprendedor que llegó a Chile en el año 2010 con el fin de asistir a una rueda de negocios tipo piloto.  Él quería analizar la posibilidad de invertir en «Empresas Semilla» desde esa época.  Ahora Nathan es uno de los propietarios de Magma Partners, que es un fondo de inversión para empresas de este tipo que tiene sus oficinas principales en Santiago de Chile.

Según Nathan, algunas startups (Empresas Semilla) de Latinoamérica, han evolucionando y encontrando soluciones creativas a sus problemas locales e internacionales. Ahora mismo, son más de 30 startups latinas en donde Nathan ha invertido y según dice, este es el mejor momento para hacerlo.

En Latino américa ya podemos encontrar inversionistas de todo el mundo buscando alternativas de inversión; pero es curioso, por alguna extraña razón, en el momento preciso, se vuelven reacios a tomar esta decisión porque les da miedo invertir en startups latinoamericanas.  Pero en verdad, esta objeción no es real, como Nathan comenta, es que ya se ha podido comprobar que es totalmente posible hacerlo y que se pueden conseguir muy buenos resultados con estas inversiones.

En el año 2010, casi nadie conocía la palabra «start-up».  Fue durante los dos años siguientes a los que Natahn comenzó a invertir, que esta palabra ya fue haciéndose mucho más conocida mundialmente.

El camino para invertir en startups en América Latina, ya ha sido recorrido y allanado por algunos inversionistas desde hace varios años atrás; y esto, ha ayudado que a la región se la pueda ver como una zona de mayor confianza.

Al inicio, las empresas semilla de esta región, que requerían la inyección de nuevos capitales, se enfrentaban a muchos más desafíos.  Tenían primeramente que convencer, luego educar y por último desarrollar soluciones que cumplan con las expectativas de los inversionistas locales, para que se dieran cuenta de que en América Latina si existía la posibilidad de colocar el capital en estas empresas, como lo hacén hasta ahora en los Estados Unidos.

A medida que el ecosistema de las start-ups en América Latina fue evolucionando, las facilidades de hacer trámites iniciales, también mejoraron significativamente.  Esto alentó a que se realicen inversiones más seguras en esta región. Un análisis de las tendencias de inversión a cinco años en América Latina reveló que los inversores habían cerrado acuerdos por valor de 2.300 millones de dólares, según la Asociación Latinoamericana de Capital de Riesgo (LAVCA).

Otro latinoamericano que se destaca como inversionista es el señor Andrés Barreto. En los últimos años, ha participado como ángel inversionista para startups. Andrés Barreto lanzó Pulso Social, luego inició la empresa de inversión Socialatom Ventures. La empresa colombiana, que recientemente creó un segundo fondo llamado Firstrock Capital invierte en empresas en fase inicial y les proporciona recursos para hacer crecer sus empresas.

La firma sigue siendo activa y ahora se centra en arranques tempranos de la etapa que tienen su equipo de la tecnología en América latina pero cuyo mercado de blanco es los EEUU Magma Partners, ha participado en dos co-inversiones con Socialatom Ventures.