Vamos a hablar del primer camino, que es aumentar tu activo corriente mediante una nueva capitalización, así puedes mejorar tu situación financiera. El nuevo capital puede ser propio o puede ser de nuevos socios.
Pero antes de que decidas por cuál de estas alternativas te vas a ir, tienes que descubrir las razones por las cuales llegaste a esta situación. Puede ser que tus ventas hayan estado bajas por alguna razón micro o macroeconómica, solo tú lo sabes, pero también, puede ser que tus costos hayan subido y estén más altos que los de tu competencia y esto haga que tus precios sean más altos, inclusive con márgenes más bajos que los de tu competencia.
Y, por último, puede ser que tu producto o servicio haya salido del mercado o simplemente que no lo sepas vender bien y necesites un relanzamiento.
Si las ventas están bajas, con nuevo capital puedes incrementar tu fuerza de ventas y solucionar ese problema, siempre y cuando tus costos de ventas sean cubiertos con holgura con tus nuevas ventas.
Muchas veces pasa que, contratando vendedores, nos va peor que sin ellos, así que mucho ojo con este asunto; En cambio, si tus costos son muy altos y tus márgenes bajos o una combinación de los dos, puedes comenzar a trabajar en desarrollar nuevos productos o servicios o renovar los que tienes, para que sean más económicos o simplemente mejor presentados.
Este punto, sin embargo, debería ser trabajado desde un inicio, no como algo emergente ante una mala situación. Por este motivo, muchos de los intentos de reinvertir para mejorar no funcionan, tienes que tener cuidado.
El segundo camino o momento en el que se debe decidir si cerrar el negocio o no, es cuando se produce algún acontecimiento importante en tu país, ciudad o zona de influencia; es decir, cuando el entorno cambia en contra del negocio.
Es posible que lo que esté pasando sea insalvable, como el cierre de una vía, cambios en las leyes, problemas sociales, culturales, etc.… Ante esta situación, no se debe esperar a que se produzcan pérdidas, más bien puedes valorar el cerrar de una manera ordenada o transformar tu empresa o negocio en algo diferente.
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