Según un nuevo informe de la CEPAL, en donde se analizan los impactos económicos y sociales sobre la región por la guerra en Ucrania, nos cuenta que la región enfrentará una situación muy complicada en este año 2022. El aumento de los precios de los alimentos, debido a la subida de los costos de energía y sobre todo de los tan necesarios fertilizantes, producirán una fuerte inflación en la región, que traerá como consecuencia una desaceleración sobre la actividad económica y el comercio.

La región además enfrenta una lenta e incompleta recuperación de los mercados laborales, lo que aumentaría los niveles de pobreza y pobreza extrema. Casi 8 millones de personas se sumarían a los casi 86 millones de personas que ya sufren inseguridad alimentaria.

El informe resalta, que la presente coyuntura no debe ser vista como un fenómeno aislado, porque viene como coletazo de la crisis financiera internacional, también por las tensiones económicas y bélicas entre Estados Unidos, Rusia y China, y por qué no seguir diciéndolo, por la pandemia.

En este contexto, los analistas indican que, después de la expansión económica del 6,3% del año 2021 en esta región, tras la caida de cerca del -7% en el año 2020, en el año 2022 la economía retrasará su crecimiento al 1,8%, este último porcentaje, no llega ni siquiera a cubrir el crecimiento de la población económicamente activa de la región, que también está cerca de este porcentaje.  Todo esta indicando que regresaremos al lento patrón de crecimiento entre el 2014-2019 que era solo del 0,3% en promedio anual.

La vacunación y las disminución de las restricciones en la movilidad, impulsarán una recuperación en la oferta de fuerza laboral, además la reapertura de la asistencia a los colegios, liberará a más mujeres de hogares con hijos a incorporarse al mercado laboral, porque fueron las más afectadas en proporción durante la pandemia.  Esto suena como algo positivo, pero no es así para esta región, porque las dos cosas no van de la mano, por un lado el baja recuperación de la economía y por otro lado la incorporación de más mujeres y hombres al mercado laboral, traerá como consecuencia una mayor tasa de desocupación en el año 2022.

La CEPAL prevé que la pobreza y la pobreza extrema se elevarán por sobre los niveles estimados para 2021. La incidencia de la pobreza regional alcanzaría un 33,7%, mientras que la pobreza extrema alcanzaría casi un 15%. Este resultado refleja el fuerte aumento de los precios de los alimentos. Estos niveles son notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia e implican otro retroceso en la lucha contra la pobreza.

Para la CEPAL, los mayores precios de las materias primas, el aumento de los costos de transporte y las perturbaciones en las cadenas internacionales de suministro, impactarán las exportaciones de bienes de la región. En diciembre de 2021, los estudios proyectaban un aumento del 10% del precio en las exportaciones regionales y del 9% del precio en las importaciones. Sin embargo, estas alzas en los precios de los productos que la región comercializa, se quedaron cortas, llegando a incrementarse en cerca del 23%, tanto para las exportaciones como para las importaciones.